Introducción

Esta semana vamos a ver uno de los temas más complejos del nivel A2/N4 de lengua japonesa. Son los verbos que utiliza la lengua japonesa para ofrecer y dar acciones.
Es un tema complejo porque en las lenguas románicas solemos usar pronombres átonos (me, te, lo, la, le, se, nos, os, los, las, les, se) y pronombres tónicos (mí, ti, sí, nosotros/as, vosotros/as, ustedes, sí).
Además tenemos que tener en cuenta cómo construímos las oraciones en las cuales hemos recibido o dado un beneficio a alguien o de alguien. Ahora veremos algunos ejemplos:
- Pedro me ha dado un libro
- Yo he dado a Juan un regalo / Yo le he dado un regalo.
- Yo he recibido un libro de Juan.
- Pedro ha dado un libro a Juan / Pedro le ha dado un libro.
- Pedro le ha comprado un libro a Juan.
- Pedro me ha comprado un libro.
- Nosotros os daremos los regalos mañana.
- El me dará a mí el regalo.
Si somos nativos, estas son estructuras sintácticas que en castellano tenemos completamente asumidas pero que en el momento de explicarlas a un estudiante de Español Lengua Extranjera puede llegar a ser muy complicado ¿Verdad? Entonces veremos que pasa en japonés.
El japonés como lengua direccional
La lengua japonesa es una lengua direccional que marca el punto de origen y el punto final dónde acaba una acción. Es decir, marca una acción lineal desde un punto A a un punto B que se marcan por las siguientes partículas: kara, wo, made, ni:

- うちを出かけて、公園に着きます。(Salgo de casa y llego al parque).
- うちから公園まで走ります。(Corro desde casa hasta el parque).
- タクシーに乗ります。(Me subo al taxi).
- 電車を降ります。(Me bajo del tren).
Hasta aquí todo parece fácil. Pero llega el momento en que todo se complica, sobre todo, a nivel sintáctico, ya que llega el momento de dar y recibir objetos o acciones. En japonés existen tres verbos para explicarlos: ageru, morau y kureru.
El verboあげる la forma descriptiva de observar una acción.
Veamos de qué forma podemos definir el verbo ageru sin complicarnos la vida: Este verbo es del grupo II, transitivo y significa dar. Pero teóricamente se utiliza cuando el sujeto quiere dar algo a una persona de edad o posición superior en jerarquía. Por el contrario tenemos el verbo yaru, que es todo lo contrario, considerándose un verbo con un sentido despectivo hacia quién se le da el objeto o acción. También se suele utilizar con animales y plantas. Así que utilizando la función de Frege encontramos esta función F=(x,y,z).
F= Ageru
X= Sujeto o Nominativo.
Y= Complemento Indirecto o Dativo.
Z= Complemento Directo o Acusativo.
上げる=(山田さん,田中さん,本):
- 山田さんは田中さんに本を上げます。(El Sr. Yamada le da un libro al Sr. Tanaka / El Sr. Tanaka se lo da, en el caso de un contexto más amplio, como una conversación).
Pero también se da el caso que con este verbo también podemos dar acciones. Entonces tenemos que recurrir a la forma 〜て上げる:
- 山田さんは田中さんに本を買ってあげます。(El Sr. Yamada le ha comprado un libro al Sr. Tanaka / El Sr. Yamada se lo ha comprado a él / El Sr. Yamada lo ha comprado para él).
El uso pragmático del verbo あげる/やる
Si el verbo ageru es para hacer favores de forma grata, ¿qué sucede con el verbo yaru? ¿cómo lo traducimos o interpretamos? En este caso, el verbo yaru, como el ageru, nos señala la necesidad de utilizar los pronombres átonos en la oración para marcar este sentido.
En este caso podemos encontrar los siguientes ejemplos:
- 山田さんはバラに水をやりました。(El Sr. Yamada le dio agua a las plantas, es decir, el Sr. Yamada regó las plantas.
Pero en un lenguaje más vulgar, en slang, el matiz del verbo yaru adquiere un matiz pragmático distinto, que nos puede ayudar a entender el japonés utilizado en el manga. La siguiente frase bien la podría decir Vegeta en Dragon Ball:

- 殺してやろう、カカロット!! (Japonés vulgar)
- 私は殺してあげろう、カカロット!! (Japonés estándar).
- Traducción 1: ¡¡Te mataré, Kakarotto!!
- Traducción 2: ¡¡Te eliminaré, Kakarotto!!
- Traducción 3: ¡¡Te destrozaré, Kakarotto!!
El problema de la traducción de esta expresión
En este caso, la traducción dependerá de cómo seamos de fieles respecto al original japonés y si queremos censurar o matizar el carácter violento de Vegeta. Además, también tenemos que tener en cuenta el contexto de la frase que estamos traduciendo.
En este caso, expresa la voluntad de realizar la acción de matar a alguien, que lo podríamos traducir como “¡Te mataré!” o “Te voy a matar”. Precisamente, el verbo ageru/yaru implica la interpretación de “te voy a hacer alguna cosa”, que en un lenguaje estandarizado es positivo pero que en un uso muy vulgar adquiere un tono negativo.´
Por lo tanto, todo proceso de traducción e interpretación de esta expresión estará relacionada con las normas y restricciones que delimitan este campo de la lingüística. ¿Qué queremos decir con normas y restricciones? El primer concepto atañe a la buena praxis del traductor y sus buenas prácticas como profesional de este ámbito.
Por otro lado, las restricciones son todos aquellos límites que el cliente impone al traductor. Estas tienen que ver con los plazos de entrega, presupuesto, estilo narrativo y censura de palabras demasiado vulgares como los insultos y expresiones malsonantes.
Otro punto a tener en cuenta es el uso de esta forma en el japonés honorífico, más conocido como keigo. Este se divide en dos tipos de registro: el sonkeigo para dirigirse a los superiores jerárquicos y el kenjogo para hablar de nosotros mismos a nuestros superiores. En el primero, ensalzamos la figura de nuestro interlocutor mientras que en el segundo, rebajamos nuestra posición para elevar al otro. En este caso, yaru sería la versión en kenjogo del verbo ageru. En el caso del sonkeigo, este verbo se convierte en sashiageru.
El uso pragmático también es más complicado que su descripción gramatical, ya que esta forma solo se utiliza para describir una acción que hemos visto o que hemos hecho a alguien que nos es igual al mismo nivel jerárquico. En el caso de dirigirnos a un superior el uso de esta estructura es más violenta ya que tiene una serie de implicaciones a tener en cuenta.
Estas implicaciones están relacionadas con la intención real de quién realiza la acción, ya que el hablante quiere conseguir algo más, tiene una segunda intención escondida, que obliga al interlocutor a devolverla. Esto nos lleva directamente al concepto del gimu, la deuda obligada que uno contrae y que tarde o temprano tiene que devolver.
¿Qué os ha parecido la explicación e interpretación de este verbo? La semana próxima seguiremos con el verbo morau para expresar aquello que hemos recibido de alguien, ya sean objetos o acciones.
¿Qué te ha parecido la explicación de esta forma verbal? Si tienes algún comentario, ¡no dejes de escribirlo más abajo! ¡Nos leemos!