1. Funciones del lenguaje
La oración simple, como estructura semántica y gramatical tiene una función básica. Ésta es la de llevar un contenido comunicativo. Precisamente, dentro del campo de la Filosofía del Lenguaje fue desarrollado tanto por Ludwig Wittgenstein, Bertrand Russell y John L. Austin. Este último investigador elaboró un importantísimo marco teórico en su interpretación hecho del lenguaje:
Necesitaba entender el lenguaje cotidiano dentro de la comunicación diaria. Para ello consideraba que la oración era la portadora de un contenido comunicativo.
Además, también tenía que comprender la conexión que marcaba las interrelaciones entre el mundo, el acto del habla y el lenguaje. Es por eso que interpretó la propia teoría de la comunicación y de la interacción del lenguaje. Por lo tanto, éste no deja de ser una más de las capacidades de adaptación del ser humano para poder crear un conocimiento colectivo que servira ara aumentar la memoria colectiva y el progreso del ser humano.
Por lo tanto, Austin fue capaz de reconocer dos elementos básicos en su discurso: los mediios de análisis y las porpiedades del objeto estudiado, en este caso la oración.
2. La oración simple como continente comunicativo
Todos los seres humanos compartimos un mundo, un espacio geográfico determinado. El lenguaje, como capacidad de adaptación al entorno geográfico, tiene dos modalidades claras: la conversación y la comunicación que aportan a cada sociedad un conocimiento y una interpretación del mundo. Estas dos modalidades formarán el llamado acto del habla. Así que la oración jugará un papel determinante.
Precisamente lo que Austin elaboró, como parte de su discurso, fue el marco teórico de la fuerza del lenguaje cuya base era la oración simple.
Para ello distinguió tres parámetros de la Fuerza ilocutiva que se observan en el siguiente cuadro. Para ofrecer un ejemplo de la argumentación de Austin utilizaré, como ejemplo, la aplicación de esta teoría en la oración simple en japonés.
3. La estructura de la oración simple
Para conocer la estructura de una oración simple en una determinada lengua, en este caso el japonés, partiremos de la oración simple declarativa en castellano: Yo como pan.
Normalmente este tipo de oraciones pueden llevar dos marcas: la entonación grava descendiente y el orden de los argumentos. Dependiendo del orden de estos argumentos podremos clasificar las lenguas en dos grandes grupos. Pero antes de eso partiremos de la función lógica de Frege F=(x,y).
Si el argumento x tiene el valor de agente se simboliza como A. También se le considera como sujeto de la oración. El argumento y es el paciente u objeto se simboliza como O, también considerado como Objeto Directo. Entonces F es el verbo simbolizado como V.
Por lo tanto, dependiendo del orden lineal de los argumentos podremos dividir las lenguas en dos grandes grupos:
- S+V+O (X+F+Y), como el castellano, catalán, inglés, francés
- S+O+V (X+Y+F), como el japonés, el finés, el euskera y el latín.
Ahora obseravemos la estructura de la oración simple en japonés. En este caso utilizaremos la oración simple con el verbo copulativo である (dearu, ser). Este tipo de oraciones están formadas por un orden determinado de sustantivos y pronombres personales que hacen la función de sujeto: 私、山田さん (Yo, Yamada) f, de partículas posposicionales que marcarán la función sintáctica de los sustantivos y los pronombres que les preceden, sustantivos que harán la función de objetos y del verbo.
Aunque pueda parecer una estructura muy simple, en el fondo tiene unas connotaciones metalingüísticas considerables, ya que esta estructura condiciona el orden del pensamiento de la información que queremos expresar a nuestro interlocutor. Precisamente, el saber estructurar el pensamiento como un nativo nos permitirá llegar a dominar una lengua tan compleja como la japonesa.