La semana pasada observamos qué es una oración desde el punto de vista de la sintaxis. Ahora lo haremos desde el punto de vista de la semántica. Por lo tanto, intentaré explicar la evolución de su definición a través del siglo XX.
Desde la sintaxis, la oración se caracteriza por la jerarquización de las relaciones que se establecen entre las palabras. Pero, ¿cómo lo define la semántica? Desde este campo, la unidad de comunicación es la oración y no las palabras. Eso sí, éstas tienen sentido pero sólo se consideran como unidad de comunicación si forman una oración.
Por lo tanto, las palabras tienen unas distinciones en relación a su significación. Se constituyen en tres grupos:
- Palabras con un significado conceptual y simbólico.
- Palabras de significación indicativa.
- Palabras sincategorimáticas.
De esta forma, podemos definir que la oración es una unidad comunicativa con una forma gramatical compuesta por frases. Estas oraciones tienen una composicionalidad funcional definida por primera vez por Frege. Para este principio de la composicional, este autor define los conceptos de Sentido (Sinn) y Referencia (Bedeutung).
Por lo tanto, su teoría de la semántica lingüística se ocupara de los sentidos. Para ello, las oraciones están construídas por palabras que forman parte de un mismo universo o modelo.
Recordemos que la oración al ser una unidad comunicativa por partes está estructurada en dos parámetros de significado: O= FN FV que parten de un modelo de significado y que Frege definió previamente como F=(x,y).
No obstante el modelo de Frege fue revisado por Karl Husserl partiendo de la base del esencialismo del significado. Los dos filósofos reconocen que las (in)compatibilidades observadas están regladas por la gramática, es decir, la sintaxis. La revisión realizada por Husserl de las teorías sobre el significado de Frege dio origen a la composición funcional.
La composición funcional definida por Husserl como:
La esencia pura de la esfera de significación fue revisada por R. Montague (1930-1971) que definió el significado lingüístico.
El significado lingüíistico de una oración es una función del sentido de sus componentes (oraciones) y de su manera de combinarse». Precisamente R. Montague y sus seguidores establecieron el llamado principio de composicionalidad que estable que:
la interpretación de una oración, complemento de partes, es una función del significado de las partes que la componen: F=(x,y) –> y=F(x)–> F: A –>
Si esta teoría la aplicamos al japonés, una oración intransitiva como 田中さんは寝ている tiene dos partes: FN FV su estructura sintáctica sería la siguiente:
En el cuadro de la izquierda obsevamos que para determinar el significado, necesitamos un valor de verdad. Este valor la determina la función: El conjunto D es el que determina el conjunto de personas que están durmiendo. Pero para que se determine su significado semántico necesitaremos marcar el argumento x de la función F=(x).
De esta forma está función tendrá un valor de verdad. El argumento x de esta función será 田中さん. Finalmente la función quedará formulada de la siguiente forma:
F(寝る) = ( 田中さん) —–> F=(x)
En el cuadro de la derecha observamos el caso de un como: 田中さんはパンを食べている (El Sr. Tanaka está comiendo pan). De todo los productos que hay en el grupo D sólo «pan» sería el valor de verdad ya que es lo único que está comiendo en ese momento.
Por lo tanto, El Sr. Tanaka sería el argumento x de la función y pan sería el argumento y de F(食べる)=(田中さん,パン). Así que la función quedaría determinada de la siguiente forma:
F=(x,y)
{Sr. Tanaka] –> {pan, chocolate, zanahora, naranja}
↓ ↓ ↓ ↓
1 0 0 0
V F F F
Por lo tanto:
Sr. Tanaka [——-> está comiendo pan —–> 1]
A partir de esta formalización realizada por Montague, vemos que esta teoría de la semántica funcional se obtiene a partir de categorías sintácticas, FN y FV. Si consideramos que FV es la función que determina el llamado valor de verdad la categoría de la oración no juega ningún tipo de papel. Si lo observamos desde un punto de vista sintáctico, tanto el sujeto como el objeto han pasado a ser los argumentos externos e internos de la función, por lo tanto subordinados al verbo.
De esta forma las consecuencias sintácticas de este modelo lógico desarrollado por la escuela de Montague han llegado a ser muy importantes ya que relaciona directamente la sintaxis con la semántica.