Uno de los grandes retos del traductor JAP>ESP (L2>L1 / Salida>Meta / Extranjera>Nativa) es elegir entre la extranjerización o la domesticación del documento que está traduciendo para poder trasladar a la L1 toda la información que contiene el documento de la L2. Sobre todo si sabemos que toda traducción no deja de ser una actividad con una finalidad que va dirigida a un determinado público potencial y con una intencionalidad previa. Además, el objetivo final de toda traducción es priorizar lo más básico de un texto: la comunicación y la adecuación a la L1 para que sea comprensible.

Un traductor JAP>ESP cuando tiene que traducir un documento (manga, panfleto, guión de anime, libro de instrucciones…) que está escrito en japonés tiene que tener presente que es una lengua muy alejada de la lengua nativa, por lo tanto, la subjetividad durante el proceso de traducción estará muy presente. Por lo tanto será complicado realizar una traducción literal del texto como sí puede ocurrir con otras lenguas románicas como el catalán o el francés. Además las referencias del contexto sociocultural será totalmente diferente a la lengua meta.
Antes de que el traductor empiece con la traducción propiamente dicha tiene que leer el documento a dos niveles: la comprensión léxica del texto y la comprensión sintáctica del texto:
- La comprensión léxica del texto es más general y poco profunda. No deja de ser una lectura superficial para crear un corpus del léxico que se va a traducir. Es una lectura general que nos permitirá constatar la necesidad de crear un glosario terminológico con todas aquellas palabras que el traductor desconoce.
- La comprensión sintáctica del texto es má y profunda. Nos permite contextualizar el léxico dentro un marco sintáctico referencial que nos ofrecerá el significado real del texto y que permitirá al traductor enfocar su trabajo con éxito.
Una vez hemos realizado estos dos pasos ya se puede trabajar en la traducción. Precisamente no sólo el traductor o lingüista debe traducir toda la riqueza léxica del documento si no que también debe saber «traducir» la sintaxis de cada frase de la lengua de salida en una nueva frase en la lengua meta. Pero no por eso la estructura sintáctica en la L1 tiene que ser igual que a la estructura presente en la L2 ya que por la distancia del japonés al castellano dificulta la correspondencia literal de la sintaxis.
Entonces, ¿Qué sucede durante el proceso de la traducción? Precisamente la Escuela de la Manipulación (1976) nos da una respuesta a ello: Lefevere en un artículo de Hermans, ideólogo de esta escuela, afirma que un texto traducido nunca será 100% literal. El traductor siempre acabará manipulando el texto para adaptarlo en la L1. Por lo tanto, un texto será más o menos literal cuando éste sea más o menos manipulado por el traductor.
Precisamente esta manipulación vendrá provocada por las restricciones y normas que se hayan marcado para realizar la traducción. Estas normas y restricciones serán externas o internas al traductor dependiendo si estas son impuestas o no por las editoriales, estudios de doblaje, cadenas de televisión o empresa que detenta los derechos de edición de un determinado anime. Podemos decir que en toda manipulación existe un factor puramente ideológico:
«From the point of view of the target literature, all translation implies a degree of manipulation of the source text for a certain purpose.»
Así que cualquier traducción tiene una profunda intención ideológica que determinará que ésta sea más o menos literal. Esta premisa básica de la Escuela de la Manipulación no deja de ser una actualización de las afirmaciones realizadas por Schleiermacher en las cuales el traductor puede acercar el texto al lector produciendo una domesticación del marco cultural y referencial de la L2 sustituyéndolo por el marco cultural y referencial de la L1. La contrapartida sería la extranjerización del texto en la cual el marco cultural y referencial de la L2 se mantiene lo máximo posible en la L1 aunque esta extranjerización no sea posible al 100%. Son en estos margenes en los cuales se empieza a desarrollar la Escuela de la Manipulación.
Un ejemplo de esta manipulación se pudo observar en la emisión de Chicho Terremoto por Antena 3. Todo el marco referencial sociocultural que identificaba la serie como japonesa fue sustituido completamente por todo el marco referencial sociolcultural de nuestro país, es decir, los nombres de comida, personajes y ciudades de Japón fueron sustituidos por nombres de comida, personas y ciudades de nuestro país.
Pero por otro lado no tenemos un ejemplo perfecto de extranjerización completa en el anime. Tenemos ejemplos de series emitidas en catalán por TV3 en los últimos 1o años, en los cuales se ha intentado mantener todas las referencias socioculturales de japonesas pero siempre hay alguna cosa que se ha adaptado y cambiado. Esto lo podemos ver en la emisión en catalán de Sailor Moon: los openings y endings se doblaron en catalán y la referencia del «odango atama» (la manera en que Mamoru, Haruka y Seiya Koh se dirigen a Usagi) fue traducida y adaptada en catalán (bombonet, cara de pa…) o en español peninsular la expresión «cabeza de chorlito».
En el manga también se ha producido un cambio que ha ido de la domesticación a la extranjerización. Esto lo podemos ver en la primera edición del manga de Dragon Ball que se publicó en España en 1992: las onomatopeyas fueron invertidas en aquella primera edición. Este hecho dejó en ridículo a la editorial japonesa delante del resto de editoriales japonesas. Ante las quejas de los editores japoneses la editorial española decidió traducir y adaptar las onomatopeyas japonesas sustituyéndolas por las onomatopeyas que usamos en castellano y catalán. Esto significó la manipulación de la obra original creada por Toriyama ya que las onomatopeyas japonesas forman parte del dibujo en la viñeta y esto molestó más aún a los editores japoneses y al propio autor.
¿Cómo acabó todo esto? Muchas editoriales japonesas obligaron a que las editoriales europeas y americanas que quisieran editar manga lo hicieran manteniendo el orden de lectura japonés. De esta manera se evitó este tipo de domesticación que manipulaba las obras originales que se licenciaban fuera de Japón.
Así que aquella primera idea que lanzó Schleiermacher en 1813 y que fue evolucionando a través del tiempo llegó a actualizarse bajo la denominada «Escuela de la manipulación», una serie de conferencias que se realizaron en Lovaina (1976), Tel Aviv (1978) y Amberes (1980) y que mantienen su vigencia en la actualidad en cualquier documento susceptible a la traducción, adaptación y como no, del doblaje.
La premisa original y las teorías derivadas de la Escuela de la Manipulación fueron evolucionando hasta la creación de la teoría de los polisistemas en los procesos de traducción. Por otro lado, gracias a esta Escuela, el traductor empezó a dejar de ser invisible y empezó a ser considerado una pieza fundamental en la edición y publicación en nuestro país.
Bibliografía:
- Estrada Rangil, O.(2016).»Songokumanía: el big bang del manga».Ediciones Xandri.
- Hurtado Albir, A.(2001/2016).»Traducción y traductología: introducción a la traductología».Cátedra.Madrid.
- Martí i Ferriol, J.L.(2013). «El método de la traducción: doblaje y subtitulación frente a frente». Universitat Jaume I.Castellón de la Plana.
- Schleiermacher, F.(1813/1992).»On he different methods of translating» en Schulte, R.J. Biguenet (eds), Theories of Translation, Chicago, Londres, University of Chicago Press., pp.36,54.
- Imagen extraída de: http://diarium.usal.es/experimentrado/travesias/jostrans/jostrans06_ramiere/