1. Introducción
Una de las leyendas más importantes de la tradición oral japonesa es la historia de las andanzas de Momotarō y sus compañeros de viaje.
Momotarō, nacido de un melocotón gigante, será cuidado por unos ancianos hasta tener la edad suficiente para enfrentarse a su destino: derrotar a unos malvados ogros que vivían en la isla de los monstruos. Pero, ¿esto no os recuerda a los dos primeros capítulos de Las aventuras de Fly?
Al ser una leyenda de la tradición oral nos encontramos con una narrativa rápida y fluida. Además, la gente ya sabe de qué va la historia. Así que lo más importante es la manera en que estas se narraban.
Al igual que sucede con los cuentos tradicionales de Europa, las leyendas tradicionales japonesas tienen muchos puntos en común entre ellas. Esto lo podemos comprobar en las fórmulas narrativas, que sirven para introducirnos en la historia: “mukashi mukashi, aru hi” (En un día cualquiera, hace, mucho, mucho tiempo) o “mukashi mukashi aru tokoro ni” (Hace mucho, mucho tiempo, en un lejano lugar”).
Estas también las podemos encontramos en otras lenguas como el “Érase una vez” del castellano, el “Once upon a time” del inglés o el “Vet aquí una vegada” del catalán. Son estructuras fáciles de recordar, que predisponen al oyente o al lector a viajar a otro lugar y otra época. Incluso en la cultura popular de nuestra época encontramos esta influencia, como ocurre en el prólogo de Star Wars: una nueva esperanza.
Otro punto en común es la presencia imprescindible de ancianos que no han tenido descendencia y que son agraciados por lo dioses. Debemos tener en cuenta que el Japón tradicional no es cristiano y la comunidad está influenciada por el budismo y el sintoísmo. Así que es normal que suelan aparacer niños de origen misterioso con habilidades especiales.
Esta influencia se debe a que la mayoría de los cuentos tradicionales japoneses tienen una estructura básica, heredada de una fuente original, que sirvió de modelo narrativo. En este casose trata de El cuento del cortador de bambú, obra considerada como la primera leyenda tradicional escrita en japonés. Fue un texto que se escribió en el siglo VIII de nuestra era. Por lo tanto, es un de las cuatro obras que marcaron el inicio de la literatura japonesa. La otras tres fueron el Kojiki, el Nihongi y el Manyōshu.
En El cuento del cortador de bambú aparecen tres elementos que se irán repitiendo en las narraciones posteriores:
- Los ancianos,
- LA aparición de un bebé mágico.
- El mandato de cumplir con un destino diferente al resto de los mortales.
Está influencia también la podemos ver en la cultura popular occidental. Por ejemplo en el origen de Superman cuando es recogido por los Kent o una vez más en Star Wars cuando Luke Skywalker es recogido por sus tíos granjeros en Tatooine. En esta última las referencias a la cultura japonesa es notable: la forma de hablar del maestro Yoda sería la traducción literal del japonés o los mismos Jedi tuvieron su inspiración en los samuráis.
Si volvemos a la leyenda de Momotarō, esta también ha servido como sustrato para historias posteriores de la cultura popular japonesa, sobre todo en el manga. Las referencias que encontramos las vemos en Dr. Slump o en la primera aparición del Piccolo Daimaō Jr. en el anime de Dragon Ball. Precisamente, su nacimiento es igual que el de Momotarō, aunque los pobres abuelos acaben con la casa incenciada.
.También vemos esta influencia en Dragon Quest – Las aventuras de Fly –, cuando se nos presenta al protagonista que vive en una isla de monstruos y aparecen unos sospechosos héroes que buscan enfrentarse a los monstruos y encontrar a la mítica Golden Metal Slime, el gran tesoro que se esconde en la isla.
Después de esta introducción, que espero que os haya gustado, paso a la traducción. Primero aparece el texto en japonés, seguido de la versión del texto en romaji y finalmente paso a la traducción. He preferido distribuir el texto de esta manera para poder leer toda la traducción seguida y no ir párrafo a párrafo con las tres versiones del texto: japonés original, texto romanizado y traducción.
Sobre la traducción tengo que añadir que la parte en negrita es una licencia del traductor que me he tomado para poder facilitar la comprensión del texto ya que estas frases y aclaraciones no aparecen en el texto original y obviamente pueden ser suprimidas sin alterar el significado del texto. Son solo frases que sirven para dar cohesión al texto y hacerlo más comprensible al lector profano.
2. Texto original en japonés
むかしむかし、あるところに、おじいさんとおばあさんが住んでいました。おじいさんは山へしばかりに、おばあさんは川へせんたくに行きました。おばあさんが川でせんたくをしていると、ドンブラコ、ドンブラコと、大きな桃が流れてきました。
「おや、これは良いおみやげになるわ」
おばあさんは大きな桃をひろいあげて、家に持ち帰りました。そして、おじいさんとおばあさんが桃を食べようと桃を切ってみると、なんと中から元気の良い男の赤ちゃんが飛び出してきました。
「これはきっと、神さまがくださったにちがいない」.
子どものいなかったおじいさんとおばあさんは、大喜びです。桃から生まれた男の子を、おじいさんとおばあさんは桃太郎と名付けました。桃太郎はスクスク育って、やがて強い男の子になりました。そしてある日、桃太郎が言いました。
「ぼく、鬼ヶ島(おにがしま)へ行って、わるい鬼を退治します」
おばあさんにきび団子を作ってもらうと、鬼ヶ島へ出かけました。
旅の途中で、イヌに出会いました。
「桃太郎さん、どこへ行くのですか?」
「鬼ヶ島へ、鬼退治に行くんだ」
「それでは、お腰に付けたきび団子を1つ下さいな。おともしますよ」
イヌはきび団子をもらい、桃太郎のおともになりました。
そして、こんどはサルに出会いました。
「桃太郎さん、どこへ行くのですか?」
「鬼ヶ島へ、鬼退治に行くんだ」
「それでは、お腰に付けたきび団子を1つ下さいな。おともしますよ」
そしてこんどは、キジに出会いました。
「桃太郎さん、どこへ行くのですか?」
「鬼ヶ島へ、鬼退治に行くんだ」
「それでは、お腰に付けたきび団子を1つ下さいな。おともしますよ」
こうして、イヌ、サル、キジの仲間を手に入れた桃太郎は、ついに鬼ヶ島へやってきました。
鬼ヶ島では、鬼たちが近くの村からぬすんだ宝物やごちそうをならべて、酒盛りの真っ最中です。
「みんな、ぬかるなよ。それ、かかれ!」
イヌは鬼のおしりにかみつき、サルは鬼のせなかをひっかき、キジはくちばしで鬼の目をつつきました。
そして桃太郎も、刀をふり回して大あばれです。
とうとう鬼の親分が、
「まいったぁ、まいったぁ。こうさんだ、助けてくれぇ」
と、手をついてあやまりました。
桃太郎とイヌとサルとキジは、鬼から取り上げた宝物をくるまにつんで、元気よく家に帰りました。
おじいさんとおばあさんは、桃太郎の無事な姿を見て大喜びです。
そして三人は、宝物のおかげでしあわせにくらしましたとさ。
おしまい
3. Texto en japonés romanizado.
Mukashi, mukashi, aru tokoro ni, ojiisan to obaasan ga sunde imashita. Ojiisan wa yama he shibakari ni, obaasan wa kawa he sentaku ni ikimashita. Obaasan ga kawa de sentaku wo shite iru to, donburaku, donburaku to, ookiina momo ga nagarete kimashita.「Oya, kore wa yoi omiyage ni naru wa」
Obaasan wa ookina momo wo hiroi agete, uchi ni mochikaerimashita. Soshite, ojiisan to obaasan ga momo wo tabeyou to momo wo kitte miru to, nanto naka kara genki no yoi otoko no obochan ga tobidashite kimashita.
「kore wa kitto, kami sama ga kudasatte ni chigainai」
Kodomo no inakatta ojiisan to obaasan wa, ooyorokobi desu. Momo kara umareta otoko no ko wo, ojiisan to obaasan wa Momotaro to natsukemashita. Mamotaro wa suku suku sudatte, yagade tsuyoi otoko no ko ni narimashita. Soshite aru hi, Mamotaro ga iimashita.
「boku, oni ga shima he itte, warui oni wo taiji shimasu.」
Obaasan ni kibi dango wo tsukutte morau to, oni ga shima he dekakemashita.
Tabi no tochû de, inu ni deaimashita.
「Momotaro san, doko he iku no desu ka?」
「¿Oni ga shima he, oni taiji ni ikun da」
「Soredewa. Okoshi ni tsuketa kibi dango wo hitotsu kudasaina. Otomoshimasu yo」.
Inu wa kibi dango wo morai, Momotaro no otoshimo ni narimashita.
Soshite, kondo wa saru ni deaimashita.
「Momotarô san, doko he iku no desu ka?」
「Oni ga Shima he, oni taiji ni ikun da」
「Sorededwa, okoshi ni tsuketa kibi dango wo hitotsu kudasaina. Otomoshimasu yo.」
「Momotaro san, doko he iku no desu ka?」
「Oni ga Shima he, oni taiji ni ikun da.」
「Soredewa, okoshi ni tsuketa kibi dango wo hitotsu kudasaina. Otomoshimasu yo.」
Koushite, inu, saru, kiji no nakama wo te ni ireta Momotarô wa, tsuini Oni ga Shima yatte kimashita.
Oni ga Shima dewa, Onitachi ga chikaku no mura kara nusunda takaramono ya gochisou wo narabete, sakamori no massaichû desu.
「Minna, nukareuna yo. Sore, kakare!」
inu wa oni no oshiri ni kamitsuki, saru wa oni no senaka wo hikkaki, kiji wa kuchibashi de oni no me wo tsutsukimashita. Soshite Momotarô mo, katana wo furimawashite dai abare desu. Toutou oni no oyabun ga,
「Maittaa, maittaa. Kousan da, tasukete kuree!!」to, te wo tsuite ayamarimashita.
Momotaro to inu to saru to kiji wa, oni kara tori ageta takaramono wo kuruma ni tsunde, genki yoku uchi ni kaerimashita.
Ojiisan to obaasan wa Momotarô no mujina sugata wo mite ooyorokobi desu. Soshite sannin wa, takaramono no okage de shiawase ni kurashimashita tosa.
Oshimai
4. La traducción en castellano
Érase una vez, en un lugar lejano, vivían unos ancianos. Mientras el anciano iba a las montañas a cortar madera, la abuela iba al río a lavar la ropa. Cuando fue a lavar la ropa, vio bajar, un enorme melocotón, que se balanceaba por el agua.
– ¡Caramba! ¡Será un buen regalo! – pensó la anciana.
La anciana recogió el melocotón gigante y regresó con el fruto hasta su casa. Cuando los dos ancianos decidieron comerse el melocotón, intentaron partirlo por la mitad. Pero, de pronto, de su interior, saltó un niño muy poderoso.
– ¡Esto no puede ser más que un regalo de los dioses! – pensaron los dos ancianos.
Y entonces los ancianos se sintieron muy felices, ya que no habían tenido descendencia. Ellos llamaron al niño con el nombre de Momotarō por haber nacidoi dentro de un melocotón. El joven creció y pronto se convirtió en un muchacho fuerte y robusto. Entonces, un día dijo a sus abuelos:
-¡Quiero ir a la Isla de los Monstruos y los derrotaré!
La anciana al escuchar esto le preparó bolas de arroz hervido con mijo y partió hacia la isla dónde vivían los ogros.
En mitad del camino hacia la isla se encontró con un perro.
-¡Señor Momotarō! ¿Hacia dónde se dirije?
-¡Me dirijo a la Isla de los Monstruos para derrotarlos!
-¡Entonces le acompañaré si me da una bola de arroz y mijo del que lleva en la cintura!
El perro recibió una bola de arroz y se convirtió en el primer acompañante de Momotarō
Y entonces se encontró con un mono.
-¡Señor Momotarō ¿Hacia dónde se dirige usted?
-¡Me dirijo a la Isla de los Monstruos para derrotarlos!
-¡Entonces, si me da una bola de arroz que lleva en su cintura, le acompañaré!
Y el mono se convirtió en su segundo compañante.
Al poco tiempo se encontró con un faisán.
-¡Señor Momotarō ¿Hacia dónde se dirige usted?
-Me dirijo a la Isla de los Monstruos para derrotarlos!
-¡Entonces, si me da una bola de arroz que lleva en la cintura, le acompañaré!
Y el faisán se convirtió en su tercer acompañante.
Así que Momotarō, con la ayuda de un mono, un faisán y un perro, llegó rápido a la Isla de los Monstruos.
En la Isla todos los demonios estaban borrachos alrededor de los tesoros que habían robado. Y Momotarō gritó a sus compañeros:
-¡No os despistéis, a por ellos!
Entonces el perro empezó a morder el trasero de los ogros, el mono empezó a arañar las espaldas de los monstruos y el faisán empezó a picotearles en los ojos. En ese momento, Momotarō empezó a girar la katana amenazando finalmente al jefe de los demonios.
-¡¡¡¡Me rindo, me rindo, pero, por favor ayudadme!!!! – Y con la mano empezó a perdir perdón.
Momotarō, el perro, el mono y el faisán recogieron y pusieron en un carromato los tesoros de la isla y regresaron sanos y salvos a casa.
Los abuelos se alegraron al ver que Momotarō volvía sano y salvo. Los tres pudieron vivir felices gracias a las grandes riquezas, que habían conseguido rescatar de los malvados monstruos.
Colorín, colorado, este cuento se ha acabado.
¿Qué os ha parecido esta historia? Si quieres puedes dejar un pequeño comentario!
¡Gracias!
Fuente: http://hukumusume.com/douwa/pc/jap/08/01.htm
Primera revisión: 24.05.2016
Segunda revisión: 20.02.2017
Tercera revisión: 25.01.2020
Cuarta revisión: 19:03.2020
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